El gobierno prohibirá la entrega gratuita de las bolsas de plástico ligeras (las que tienen un espesor de entre 15 y 50 micras y que constituyen la inmensa mayoría de las que se consumen en España), salvo las “compostables”, es decir, que sirvan para hacer compost (abono orgánico).

Las únicas bolsas de plástico que seguirán siendo gratuitas son las muy ligeras(menos de 15 micras), por razones de higiene o por contener alimentos a granel, como las empleadas para la fruta, la carne o el pescado.

Pero esto no es todo. Siguiendo la directiva europea, a partir de enero del 2020, se prohibirá la venta de bolsas de plástico ligeras y fragmentables, con la excepción de las producidas con material compostable.

Problema

Una bolsa de plástico tiene un uso útil medio de 12 minutos, pero puede tardar hasta 500 años en descomponerse en el medio ambiente. Se calcula, además, que tan sólo el 35% de ellas se deposita en los contenedores amarillos para su reciclaje, acabando la mayoría dispersas en el medio ambiente.

Con este proyecto de Real Decreto, el Ministerio de Agricultura y Medio Ambientetambién prevé conseguir una mayor limpieza en el entorno al reducirse la suciedad derivada de su abandono.

Reducción

En la última década en nuestro país se ha reducido el consumo de bolsas de plástico prácticamente a la mitad, pasando de 317 bolsas por habitante en 2007 a 144 bolsas por habitante en 2014, según datos del sector, debido sobre todo a una mayor concienciación de los ciudadanos sobre este grave problema ambiental.

Desde que se adoptaron las primeras medidas para la reducción del consumo de bolsas de plástico, la sociedad española las ha ido sustituyendo por bolsas de papel, de tela o carritos de la compra.

Próximo paso

En la actualidad, La Comisión Europea está elaborando la Estrategia Europea de Plásticos y es previsible que se avance a nivel comunitario en medidas para la reducción del consumo de otros productos de usar y tirar fabricados con plástico, como es el menaje desechable (platos, vasos, cubiertos, pajitas), tal y como ya ha regulado Francia, e incluso a prohibir la presencia de microplásticos en productos cosméticos como solicitan otros países.